24 de Abril 2015: Foro Parlamentario sobre la Protección Felina
24 de Abril 2015, acto histórico. Cuatro horas de encuentro para marcar la diferencia en el panorama del bienestar felino.
Apdda convoca a gestores felinos, asociaciones y técnicos de toda españa.
No debe faltar ningún rincón sin representar, necesitamos a las 50 provincias españolas. A las 17 comunidades autónomas más Ceuta y Melilla.
Acto gratuito pero de aforo limitado.
En el blog de la Asociación parlamentaria irán apareciendo los detalles.
Expertos en medicina felina, juristas y gestores condensarán su conocimiento para exponerlos de manera clara y amena en las horas disponibles (incluye breve pausa café).
Se celebra de 3 a 7 de la tarde para que personas de todos los rincones de España puedan venir sin tener que pernoctar en la capital, si no quieren.
Especialmente indicado para gestores de colonías, asociaciones felinas, técnicos municipales y medio ambientales.
PRESENTACIÓN PÚBLICA DEL MANIFIESTO FELINO.
Los gatos comunes están experimentando una paradójica realidad. Es el animal de compañía más valorado y paralelamente; en muchas poblaciones, son exterminados, ignorados y desprotegidos. Existen ideas erróneas sobre la capacidad de los gatos caseros para sobrevivir en un entorno salvaje y viceversa.
Los gatos no socializados o ferales deben poder disfrutar de la convivencia urbana libre. Eso sí, con la limitación de la natalidad, el seguimiento de su estado de salud y el acompañamiento de personas sensibles y formadas que pueden velar tanto por los animales como por el entorno común. El programa CES es la respuesta.
Las entidades gateras cuentan con unas características particulares que merecen ser puestas en común, compartidas y homogeneizadas.
En sede congresual, de la mano de APDDA, tenemos la oportunidad de compartir las buenas prácticas y de orquestar los siguientes pasos para empoderar a las pequeñas entidades de cara al necesario y útil diálogo con la administración.
Los gatos se han constituido como unos magníficos compañeros en el hogar cuando han nacido en él o han sido debidamente sociabililizados en edad temprana. Suelen ser tranquilos e inteligentes, aportan mucha paz y alegría a quien los ama. Favorecen la interacción lúdica y afectiva, tienen efectos cardioprotectores, eutimizantes y ansiolíticos, no generan casi residuos y los cuidados que requieren son fáciles de llevar a cabo (aunque muy importantes).
Existen poblaciones donde el gobierno municipal no sólo ha reconocido el estatus del gato feral si no que financia, con grandes resultados, la esterilización de los felinos.
En otros lugares el arte de la colabroación ha permitido acercar posturas y gozar de políticas en las que todos ganamos.
Los gatos ferales son un indicativo de salud ambiental y son muy limpios cuando el número es el adecuado al espacio, en buenas condiciones, proporcionan una interacción muy valorada por los amantes de los felinos.
Tiene todo el sentido que favorezcamos la vida buena de estos seres que nos acompañan desde hace 9.000 años y que no merecen para nada las supersticiones que algunos aún les adjudican. La difusión de la importancia de la estrategia de captura, esterilización y retorno, la identificación y seguimiento de las “alimentadoras” (transformadas en gestoras de colonias) y la comunicación permanente con veterinarios punteros en la medicina felina y juristas animalistas son claves de un progreso ético y del bienestar animal que augura un progreso más generalizado.
